Historia disidente

Historia disidente
  • LUIS ZAPATA

Este año se cumple el primer aniversario luctuoso del escritor de la que muchxs consideran la primera novela LGBT+ en México El vampiro de la colonia Roma (1979). Zapata nació en Chilpancingo, Guerrero, el día 27 de abril de 1951, un tauro de corazón, y como muchos tauros, poseedor de una voluntad inamovible y autoritaria. Zapata estudió Letras Francesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Escritor por profesión, cineasta de corazón, pero fan de Angélica María por vocación.

En el haber literario del autor hay distintas obras, las cuales tocan los temas de la sensualidad y la rebeldía; también llegó a realizar algunas producciones cinematográficas caseras. No le importaba que estas últimas fueran famosas, sino que fueran hechas. Algunas de sus obras son  La más fuerte pasión (1995), En jirones (1985), La hermana secreta de Angélica María (1989), De pétalos perennes (1981), entre otras; sin embargo su obra más famosa es el ya nombrado Vampiro.

  • FRIDA KAHLO

La pintora mexicana más famosa, odiada por algunas personas, pero amada y admirada por muchas más. Frida representa para muchxs un estandarte de libertad artística y sexual, al haber roto todos los posibles estándares sociales que se esperaban de una mujer de inicios del siglo XX. Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón o simplemente Frida Kahlo, nació un 6 de julio de 1907 en Coyoacán, hija del fotógrafo e inmigrante alemán nacionalizado mexicano, Guillermo Kahlo.

La obra pictórica de Frida gira en torno a ella, gran parte de sus pinturas contienen autorretratos de momentos específicos de su vida; la mayoría de las escenas representan momentos de dolor; sin embargo, sus colores son sumamente cálidos y/o brillantes como amarillo, azul rey, rojo, blanco y naranja, logrando así una forma diferente de ver el sufrimiento. 

Su imagen ha sido llevada a la pantalla grande en más de una ocasión, Frida naturaleza viva (1983), Frida (2002) y recientemente tuvo una aparición en la película COCO (2017), cuyo doblaje latino lo realizó la actriz Ofelia Medina, misma que le dio vida en la película de 1983.

  • SALVADOR NOVO

Su considerada obra magna, La Estatua de Sal, es un autorretrato transgresor que plasma los quehaceres sexuales durante su juventud. Una obra que fue tan polémica como su propio autor aborda sin escrúpulos el deseo carnal en el México posrevolucionario. Salvador Novo López  nació el 30 de julio de 1904. Fue poeta, ensayista, dramaturgo, cronista, director teatral e historiador, además, miembro del grupo conocido como Los Contemporáneos.

Su imagen ha sido destacada de puertas a la historia por romper esta barrera de los valores y moral tradicional, en una época que ensalzaba los valores típicos de la masculinidad y el heroísmo. Y ni más ni menos, porque nuestro querido Chava era abiertamente homosexual. Sin ningún tipo aparente de arrepentimiento o escarnio por su sexualidad, toda su obra se veía empapada de su propia experiencia y lo cotidiano de la vida homexual más profunda e invisibilizada de México.

El inicio de su letra viene acompañado del reflejo de la cultura de la época, abraza estas ideas del romanticismo y el amor cortés, pero situándose sobre la línea, ya en estos años, del homoerotismo. Estalla esta bomba en su juventud, donde se transforma su pluma y se hace más punzante y atrevida, su obra se vuelve satírica, sucia, y  refleja el deseo más profundo de sus carnes.

Considerado “El cronista” oficial de la Ciudad de México, fue una figura llena de controversias y polémicas en su época. Para algunxs, su imágen se alejaba de los ideales revolucionarios de una nación en construcción, pero para otrxs, el reflejo de una liberación de la sexualidad, era el paso que distinguía su actuar y su obra como una performatividad de su tiempo. Una figura con matices, que no es ni un santo, pero tampoco un hombre despiadado, que remontó su fama y abrió las puertas a una lectura de su obra desde una mirada queer, después de la publicación póstuma de  su obra La estatua de sal en los años 90.. 

  • AMELIO ROBLES

Coronel guerrerense que participó al calor de la batalla entre las filas del ejército zapatista durante la Revolución Mexicana. Amelio Robles Ávila nació en Xochipala, Guerrero, el 3 de noviembre de 1989, bajo el nombre de Amelia. A los 23 años se incorporó a las filas del ejército zapatista para marchar en esta gesta. A raíz de este hecho, Amelio empieza a construir su identidad masculina, la cual mantendría hasta el final de su vida.

Su importancia militar, su heroica participación y las relaciones que había formado durante la guerra, hicieron que Amelio pudiera ser reconocido oficialmente por su verdadera identidad de género. A pesar de este reconocimiento, diferentes políticas y discursos seguían refiriéndose al coronel como ella. No fue sino hasta los años 80 cuando empieza a recuperarse el discurso de que el coronel mantuvo siempre su expresión e identidad de género como Amelio, no Amelia.

En torno a su imagen recuperada, que explora la magnitud de las identidad trans masculinas, se han suscitado diversos debates sobre su identidad y performatividad de género. Amelio abrazó, al menos en lo externo, el discurso heteronormativo de su época, cosa que le permitío el poder expresar su identidad con mayor libertad y reconocimiento; sin embargo, pese a como pueda sonar este hecho, lo cierto es que esto le permitio a Amelio poder identificarse con su verdadera persona y vivir la vida que quería. En las diversas fuentes históricas, siempre se refiere a sí mismo como másculino y en su performatividad, poses y comportamiento, siempre actuó desde estas expresión de género. Más allá de un estado transitorio por la guerra, como en otros casos históricos, Amelio conservó y  construyó su identidad como hombre toda su vida. Tanto así que en 1974 recibió la condecoración de Veterano de la Revolución Mexicana.

Su figura ahora es conflictiva, pero no por el hombre que vivió, sino por la serie de valores que rodean a nuestra sociedad. Su imagen ha sido leída desde diferentes perspectivas y adoptando diferentes símbolos y asociaciones; sin embargo, muchas veces olvidamos el visitar la historia de Amelio como una persona, que pudo hacer visible su identidad y definir su vida en sus propios términos. Puede que no podamos leer a Amelio como un símbolo de disidencia performativa que va en contra de los establecimientos del género, pero su vida, el hecho de poder identificarse libremente y el reconocimiento a dicha identidad, hace en sí, un acto de disidencia para su época.