Disentir en la FES Zaragoza

Como persona trans, los espacios que transito en mi vida diaria no están hechos pensando en mis necesidades o desde mi perspectiva. La universidad y demás espacios estudiantiles son un ejemplo claro; desde el nombre que debemos usar con motivos escolares y sociales hasta los espacios a los que se les asigna un género y nos vemos forzades a transitar. Esto, para mí, y para varias personas pertenecientes a las diversidades de género, supone un reto que vuelve más difícil recibir educación, y algunas veces hasta nos priva de ella.

Desde mediados de 2022, yo, Emi Joana, empecé a trabajar en cuestiones sociales relacionadas a mi facultad. En un paro estudiantil, me reuní con más personas género-disidentes de la Fes Zaragoza para organizarnos colectivamente en pos de convertir a la facultad en un espacio más habitable para las diversidades.

Dentro de esta organización, encabezada por mí y une compañere, comencé a trabajar en propuestas y actividades para dar visibilidad y crear un espacio para las diversidades sexogenéricas en la Fes Zaragoza. Aunque las propuestas al principio iban dirigidas más a las disidencias sexuales (como matrimonios igualitarios estilo Kermés el 14 de Febrero y actividades de convivencia), después de un tiempo la organización comenzó a enfocarse más en las personas trans y en las diversidades de género.

Trabajé en la propuesta de incorporar baños neutros a la facultad, yendo a juntas, reuniendo información y coordinando todo con las personas que me estaban ayudando. Me empecé a manejar en el trabajo para las disidencias, además de introducir a la estructura de la facultad estas necesidades cada vez más marcadas y vocalizadas.

Después de haberme deslindado del colectivo en el que empecé, trabajé por mi cuenta en la creación de propuestas para atender las necesidades de la población disidente en la Fes Zaragoza. En septiembre de 2023, recopilé información para crear un trámite de cambio de nombre interno a la facultad; presenté la propuesta ante los directivos y comenzamos a trabajar en ella para su incorporación.

En febrero del 2024, esta propuesta fue incorporada con éxito a la Fes Zaragoza, siendo el primer trámite de su tipo cuyo enfoque principal es apoyar a las personas trans y género-disidentes a transitar la facultad con mayor facilidad. El trámite consiste en una solicitud donde se ingresa el nombre elegido y los pronombres preferidos para que se agreguen a las listas de los profesores correspondientes al alumnx. De esta forma, el pase de lista y la convivencia con el resto del alumnado y profesorado se hace más llevadera para las personas trans y género-disidentes. En adición al cambio en las listas, la jefatura de la carrera está encargada de comunicar el cambio a los profesores y de explicar en qué consiste, además de promover estrategias para un mejor trato al alumnx.

Incluso con los problemas puntuales derivados del trámite, la propuesta ha logrado visibilizar a la población trans en espacios donde sus necesidades no son atendidas y la mayoría del tiempo se hacen de menos sus identidades. El cambio y reconocimiento social hacia las identidades género-disidentes representa un gran paso para construir espacios seguros, abiertos al diálogo y al cuestionamiento de la normatividad tan prevalente en espacios universitarios.

Para brindar visibilidad a la población trans, su historia y necesidades, y dando atención a cuestiones como el cambio legal del nombre, acceso al TRH, etc., el 4 de abril de 2024 se realizó la Feria de la Visibilidad Trans en la Fes Zaragoza, en cuya organización participé.

En honor a la labor que he realizado en mi facultad en pos de la comunidad trans, fui invitada a participar en el conversatorio “El reconocimiento social de las disidencias hace la diferencia”, un espacio virtual organizado por la estructura de la facultad para resaltar la importancia que tienen trabajos como el “trámite de nombre social”.

Posterior a la incorporación de este trámite, y después de hablarlo con personas ajenas a mi facultad, se ha adaptado en otras instituciones como la ENTS, a la cual fui invitada el 16 de agosto de 2024 para participar en el conversatorio “Mi nombre es quien soy”, un espacio dedicado a hablar sobre la importancia del reconocimiento del nombre social, celebrando la incorporación del trámite a las condiciones de su facultad y visibilizando la importancia del reconocimiento a la identidad.

A día de hoy, 4 de octubre de 2024, me encuentro trabajando en más proyectos relacionados con la comunidad trans, entre ellos, un “manual de buenas prácticas trans”, un recurso dedicado a informar y generar estrategias de apoyo para las personas trans en la universidad y estrategias de integración que pueden aplicar tanto el profesorado como el funcionariado de la universidad. A su vez, para noviembre se tiene planeada la apertura del primer baño neutro de la Facultad, un proyecto en el que he estado trabajando por más de un año, que además estará acompañado de murales y campañas de conciencia.

El trabajo por generar ambientes seguros, dinámicas y propuestas que integren a las personas que pertenecemos a sectores marginalizados es muy pesado; muchas veces he tenido que sufrir escarnio y rechazo por parte de mi comunidad o de mis amistades, pero es una labor necesaria para nosotres y para las demás generaciones de disidencias, no para que las personas normativas o hegemónicas vean nuestra existencia, no para que personas que antes estaban en nuestra contra empiecen a apoyarnos, no para obtener aprobación de nadie, sino que es necesario que, como disidencias, mostremos empatía, unión y cuidado mutuo hacia nosotres mismes y para les otres. Es necesario generar nuestras propias dinámicas, propuestas y espacios pensados desde nosotres para nosotres. No necesitamos que una persona normativa y hegemónica nos diga lo que necesitamos cuando podemos empezar a cuidarnos y a retomar todos los espacios, todos los temas, todas las narrativas que se nos han arrebatado. Nadie puede brindarnos nuestra liberación; tenemos que buscarla nosotres mismes, sin pisotearnos ni hacer de menos nuestros esfuerzos y nuestra labor. Hay que reconocer el trabajo que nos ha tomado llegar hasta aquí y, cuidándonos mutuamente, seguir esforzándonos sin ceder lo que hemos logrado.