Ahora un poema... ella no sabe nadar pero vuela

Ahora un poema... ella no sabe nadar pero vuela

Ella no sabe nadar, pero vuela

corría maratones con tortugas encerradas en piletas llenas de limo

Desde pequeña

trazó ramas de árboles en servilletas

Coloreó nubes en cajas de cartón cuando jugaba entre la basura

Sus ojos fueron desierto

en sus pupilas crecieron cactus envidiosos del cielo

Una noche

la fauna en sus pestañas armó una revuelta que la incitó a correr al monte más alto

Como Jesucristo en el calvario

preguntó a la luna por qué le había abandonado

Luna no respondió

Hubo una pequeña llovizna que le calmó la sed de los ojos

le crecieron flores y un par de tunas

Amaneció pronto

recolectó las plumas caídas

unas alas se cosió

Desde lo alto de aquella montaña se lanzó como Ícaro

no hubo quién la previniera del sol

Las plumas se fundieron en sus brazos

y no cayó al mar

tampoco aprendió a andar

Nunca fue agua

Era brisa

viento

vendaval

Voló más alto

Llegó a marte

donde fundó una ciudad con columpios que danzaban entre luces parpadeantes, y ahí la conocí

corriendo maratones con tortugas encerradas en piletas llenas de limo

La miré a los ojos

vi la fauna en sus pestañas y los cactus envejecidos

Me enseñó a volar entre pastizales

a danzar la neblina de la mañana

Tomó mi mano y fuimos dos mariposas en estómago de murciélago que sueña ser vampiro

Me crecieron enormes alas fosforescentes

y emprendimos un viaje

luego otro

Viajes con retornos cada vez más largos

Le nacieron flores en las manos

rosas

amarillas

moradas

Manantiales azules

verdes

cristalinos

en mis dedos

Comimos planetas con anillos

Fuimos lluvia de estrellas

A las tortugas también les crecieron alas

El limo fue selva

La pileta, océano